Journale Un viaje de traducción.

EN BUSCA DEL APODO APROPIADO. ACTA DE SESIÓN

Por Sinéad Crowe, Isabelle Liber y María Tellechea. Traducción de Martina Fernández Polcuch y María Tellechea


Sesión de la ronda de Hijas en torno al Diario de TOLEDO

LUGAR: Literarisches Colloquium Berlin; cálida oficinita del Fondo Alemán para la Traducción

FECHA Y HORA: 05/03/2020, 14h (después de un risotto espectacular en el jardín de invierno, loas al cocinero, Jürgen Jakob Becker)

PRESENTES: Aurélie Maurin (directora del programa), Kathrin Bach (coordinadora), Lucy Fricke (autora), Sinéad Crowe (traductora), María Tellechea (traductora), Isabelle Liber (traductora)

ORDEN DEL DÍA:

     1. Cantidad de asientos disponibles

     2. Café y galletitas

     3. Otros

     4. Anexos al acta

1. Cantidad de asientos disponibles

La primera pregunta que surge es si acaso alguien quiso sugerir que “La que se va a Sevilla...”

L.F.: Bueno, en este caso sería más bien “La que se va a Grecia...”

I.L.: Ay, no me dejen afuera.

A.M. propone traer una silla más y dejar las bromas para una sesión futura.

Resolución: Somos adultas, comportémonos como tales.

La resolución es aprobada con una abstención.

 

2. Café y galletitas

K.B. ofrece café. S.C. y I.L. elogian las galletitas.

M.T.: Yo comería otra.

Al final de la sesión, el paquete está vacío.

Resolución: Para la siguiente sesión han de ofrecerse las mismas galletitas, y de ser posible, duplicando la cantidad.

Esta resolución es aprobada por todas las participantes.

3. Otros

S. C. pide permiso para plantearle algunas preguntas a la autora. La autora está expectante porque, al fin y al cabo, es el primer libro suyo que se traduce, y además se traduce a varias lenguas a la vez. Y, como si fuera poco, todo queda registrado en actas.

S.C. comenta que Kurt, el padre de Marta, un chauvinista moribundo, llama a su hija “Püpplmaus”. S.C. le pregunta a la autora a qué viene esa palabra, porque nunca antes la escuchó, no aparece en ningún diccionario, y tampoco las amistades alemanas de S.C. conocen el término. ¿Acaso es un invento de L.F.?

M. T. hace constar en actas la siguiente cita: “Martha standen Tränen im linken Auge, was sie noch wütender machte. ‘Dieser Mann ist völlig unfähig! Ich bin zufrieden, Püpplmaus, ich habe alles, was ich brauche. Ja, Fernsehanschluss, ausfahrbaren Sessel und Bier im Kühlschrank. Zufrieden, Püpplmaus. Das kotzt mich alles an!”

L. F.: Ay, es una palabra de mi infancia. Mi padre siempre me llamaba “Püppl”, “Püppi” o “Püpplmaus”. Es más propio del dialecto del norte de Alemania. Himmler también llamaba así a su hija. Está bastante fechada la expresión, en la Alemania de posguerra. Una denominación que me avergüenza un poco.

A las traductoras se las nota apesadumbradas. Si fuera posible escuchar sus pensamientos, se dejaría constancia de lo siguiente:

S. C.: Dios santo, ¿cómo hago para dar cuenta de todas esas connotaciones en inglés? Porque los apodos no solo varían de región en región, ¡sino también de familia en familia!


M. T.: ¿Habrá algún libro sobre Himmler y su hija? Podría averiguar si está traducido al castellano y ver cómo lo resolvieron...

I.L.: Mmm, este tema pinta bien para el Diario, aunque todavía no sé cómo traducirlo estoy segura de que se va a poder usar para el Diario de traducción...

Las organizadoras las miran con mucha expectativa. Silencio absoluto.

La salvación viene del lado de L. F.: A ver, ¿cómo las llamaba a cada una de ustedes su papá?

De repente, las traductoras lanzan apodos en castellano, inglés y francés a diestra y siniestra, al punto de que a la autora le empieza a doler la cabeza.

L. F. plantea la siguiente reflexión: ¿No sería hora de hacer una pausa para salir a fumar?

No hay objeciones por parte de las participantes.

La pausa (con su hermoso paseo) es aprobada en forma unánime.

Nota de la secretaria de actas:
Por supuesto que todo fue un poco distinto en el mundo real, que no puede registrarse en actas, (aunque las galletitas realmente eran deliciosas), y ninguna de nosotras se enfrentó con esta relación padre-hija con la cabeza y el corazón fríos, sino todo lo contrario. Por eso, querida Lucy, queremos darte las gracias por la risa sobre los padres, las lágrimas, y por el hecho de que cada una de nosotras maduró un poco en su identidad de hija gracias a tu novela.

4.  Anexos al acta

Anlage 1: lluvia de ideas

De izquierda a derecha: lista de apodos en francés, inglés y castellano

Anlage 2: Soluciones

1. L’œil gauche de Martha s’était rempli de larmes, ce qui aggravait encore sa colère. « Ce type n’est qu’un incapable ! Je suis content, ma biquette, j’ai tout ce qu’il me faut. Tu parles, la télé, un fauteuil relax électrique, de la bière au frigo. Content, ma biquette. Ça me soulève le cœur ! »

2. There were tears in Martha’s left eye, and this enraged her even more. ‘The man is a dead loss! “I’m content, honey bunny, I have everything I need.” Right. A TV, a reclining armchair and a beer in the fridge. “Content, honey bunny.” God, it makes me sick!’

3. Martha tenía el ojo izquierdo lleno lágrimas, algo que la enfurecía aún más. —¡Este tipo es absolutamente incapaz! Estoy conforme, pichoncita, tengo todo lo que necesito. Sí, claro, televisión por cable, sillón reclinable y cerveza en la heladera. Conforme, pichoncita. ¡Me dan ganas de vomitar!

A la siguiente estación

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