Journale Un viaje de traducción.

PROVISIONES PARA EL VIAJE

Por Isabelle Liber. Traducción de Martina Fernández Polcuch y María Tellechea.


Tipeando en el teclado de mi computadora continúo mi viaje junto a Betty, la narradora de Töchter, que acaba de llegar a una isla griega –aunque también podría decirse que quedó encallada en esa isla– donde pretende encontrar al hombre que durante su infancia fue un padre para ella. Se sienta en la terraza de un bar en una mesa con rastros visibles del cliente anterior. ¿Cómo se llama lo que quedó esparcido sobre la mesa? En el texto alemán se habla de “Schalen von Sonnenblumenkernen”, el término técnico en francés, por lo tanto, es “péricarpes”, que nuevamente traducido sería “cáscaras de la fruta” o “pericarpios”. Dicho de otro modo: lo que queda después de comerse estas cositas.

Bolsa con semillas de girasol tostadas y saladas, fotografiada por nuestra enviada especial en Grecia, mi hermana mayor.

Mientras trabajo en la primera versión de mi traducción, las semillas de girasol me dan vueltas en la cabeza. ¿Cuál era la palabra que se usaba en francés coloquial? ¿Cómo les decía yo cuando era chica? Si buscamos “tournesol”, Wikipedia nos responde: “En la cuenca del Mediterráneo es frecuente consumir las semillas de girasol tostadas, que en España se conocen como pipas o pipasol.1 Cierto, ahora me acuerdo de “pipas”, y también de cómo las llamábamos al menos en el sur de Francia: pépites.

Así que cuento con varios términos: graine de tournesol, pépite o pépite de tournesol, pipa... En el texto alemán, se alternan las ocurrencias de Sonnenblumenkern (semilla de girasol) y Kern (semilla). Me vendrían bien, entonces, dos términos en francés. Graine de tournesol / graine iría, pero creo que pépite es la expresión más corriente. Emprendo, entonces, una pequeña investigación en Francia. 2

Intercambio de WhatsApp con mi “amiga del alma de mi infancia”

Decime, ¿te acordás de esas pépites saladas que comíamos cuando éramos chicas?

¿Cómo las llamábamos?

¿Y cómo le decíamos a lo que se desecha?

Sigo teniendo ante mis ojos el paquete y sé perfectamente el gusto que tenían, pero por algún motivo no encuentro la palabra correcta... ¡Y creo que en pépites la experta sos vos!

Bueno, las semillas de girasol tostadas se llamaban pépites o pipas... o también pipasol (pero esa era la marca)

Y con respecto a los desechos, estuve preguntando a algunas personas... coque écorce o coquille

No hay unanimidad

Así queda confirmado empíricamente el término “pépite”. Pero en el transcurso de la traducción me doy cuenta de que la palabra no me resuelve todo. Más aún cuando Lucy Fricke en varias partes solo habla de “Kerne”,3 una reducción a la “semilla”, que no es casual, porque estas “semillas” tienen una función esencial: igual que en el caso de Pulgarcito, llevan a Betty hasta la persona que estaba buscando. La narradora, en esa isla de un archipiélago griego, parecía encontrarse en un impasse, pero esa situación se revela como epicentro de su vida íntima. Quiero que la riqueza que entraña el término alemán, “Kern”, que también se utiliza para designar el “quid de la cuestión”, el contenido “nuclear”, se reproduzca en francés. “Pépite” me parece demasiado descriptivo, demasiado “alusivo”.4

Finalmente me decido por “graine” (y, en consonancia, por “graine de tournesol”). “Grain” trae “en el germen” una serie de asociaciones interesantes en torno al nacimiento, a la vida en sí. De vez en cuando utilizo, de todos modos, “pépite”, para hacer justicia al lenguaje coloquial. Para compensar cierto debilitamiento del leitmotiv por la utilización de más de un término, es probable que tenga que llamar la atención sobre este “accesorio” que aparece con tanta frecuencia al final de la novela.

Presento aquí un ejemplo comentado de una posible versión:

 ⁶ traducción provisoria, será publicada en septiembre de 2021 por la editorial Le Quartanier.

 

En la traducción, por ejemplo, resalto la primera aparición de las semillas de girasol acentuando más que en alemán el objeto5 [1] y destacándolo también por el guión [2]. La aliteración de coques/coquilles [3] también refuerza este efecto.

Durante mi traducción tomo nota en archivo aparte de todos los pasajes en los que aparecen semillas de girasol. Al igual que en este texto, pego mi traducción junto al original. Reviso estas partes por separado, para que al final se establezca una matriz de términos en francés similar a la matriz de “Sonnenblumenkerne”. Después vuelvo a insertar estos fragmentos en el cuerpo del texto traducido y los vuelvo a revisar para darle coherencia global. Para encontrar el equilibrio indicado, es decir, volver claro el leitmotiv también en francés sin que suene forzado o banalizado, voy y vengo entre los términos un par de veces, los pruebo, los intercambio. Y a veces me nace un deseo irrefrenable de comerme una bolsa entera de esas semillas saladas.

A la siguiente estación

Fußnoten
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